viernes, 16 de julio de 2010

Tickets to run

No hay hombres.
Quizás los tiempos han cambiado o estoy en el lugar incorrecto o la solvencia económica/machismo de antes les permitía "atender a princesas" o es una cuestión cíclica o quizás las féminas han contribuido a la hecatombe sentimental al abrir tan fácilmente las gambas o preciso de medicación.
Lo cierto es que si dejamos de lado a los casados (porque nunca van a dejar a la nº 1por la nº 2)y separamos a los separados (si están en esa condición ¡Por algo es) queda poca sangre en el tintero.
Quedan los gaystruchos (es decir se garchan tanto a hombres como a las mujeres pero prefieren -una vez que la cosa se pone seria- a los primeros), los "nenes de mamá" (ochenta y pìco de años y todavía viven en casa de los papis), los pelotudos (no se precisa aclaración) y los viudos (he aquí una miserable oportunidad de reemplazar a la difunta y tomar su patético lugar: corte de pelo similar, ropa que quedó y...mirá fijate si te gusta ¡sino esto se tira y sería una pena! ¡Ocupar el mismo lecho! ¡Mirar las fotitos de la finada en vacaciones, que está sobre la cómoda! ¡Soportar las cortinas floreadas y el jarrón que le regaló la suegra! etc. etc...
Queda realmente poco, raspamos el fondo del barril y qué salen? ratas inmundas de alcantarilla, embusteros e ilusionistas ¡Entrada al globo de la muerte sin cargo!




Sol Stice.

No hay comentarios:

Publicar un comentario