El rugby, por lo menos en Argentina, siempre fue un deporte de caretas.
Pendejitos ricachones queriendo demostrar (o mejor dicho queriendo demostrarse) que pueden "pumear" la adversidad ¿Qué adversidad? Si nunca en su reputísima vida les faltó algo.
Nenes de mamá, jactándose de coraje los muy cobardes.
Así cualquiera es desafiante: dame seguridad económica, niñera, educación, viajes, mucama y todo lo material que te puedas imaginar y sabés cómo me voy a la manicura para sacar las garras!
Si ya sé que van a decir que ponen huevos y todo eso pero les falta algo, les falta la ausencia. Les falta un ideal (que no es poco) por el cual dejar la vida en el campo de juego.
Claro que dejan su vida en la cancha pero para ellos mismos, esa es al diferencia.
Me gustaría armar un equipo de rugby pero... conformado por fracasados.
A eso me estoy refiriendo.
Flying man
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