domingo, 9 de enero de 2011

Galaxy

Hay un mundo terriblemente maravilloso (creo que) en cada uno.
Por ejemplo, puede que haya:
Engranajes, piezas que encajan exactamente unas con otras. Pero no rígidas sino en una maquinaria completamente desarticulada, blanda.
Una especie de caos ordenado.
No hay piso.
Asquerosidades a granel pero no repugnantes.
Ruido, mucho ruido pero armónico (cosa rara, pero es probable).
Luces que doblan, espirales, fuegos de artificio, banderitas y festivales coherentemente absurdos.
Rostros humeantes, rostros que se quebrajean, rostros mortecinos, rostros que se derriten.
Miedo, mucho miedo. Pero sin palpitaciones, un miedo que te hace creer que estás empapado de sudor pero que en realidad cuando te tocas la remera estás seco.
Paranoia, a punto tal de no saber qué es real y qué no.
Amor (no manoseado por el sexo)
No hay tiempo. Eso tiene obviamente una desventaja: si uno quiere que se acabe, es imposible que termine porque, sencillamente, no tiene principio.
La muerte también está presente, igual que los grillos y las vibraciones: todo vibra
igual que una montaña rusa.
No hay vómitos, no hay ira.
No hay materia fecal ni orina.
No hay hambre ni sed.
No hay cansancio ni sueño.
Es un mundo que, por más que lo intentes, no podes contenerlo.

Mr. Cloud.

2 comentarios:

  1. Big Bang y un Uni-verso y bang -bang-bang.
    Ojo, no confundir con Vía Láctea, esa es otro tipo de galaxia.

    ResponderEliminar
  2. Mr Cloud, los trapecistas de la noche, y los amantes de nuestros golosos infiernos; sabemos que son instantes extremadamente hermosos y crueles a la vez. Padecimientos y orgasmos infinitos...mundos incontenibles.
    Abrazos de metamorfosis!

    ResponderEliminar