jueves, 23 de junio de 2011

Deme un par de anchoas, al aceite por favor

Creo que las empresas de preservativos están destinadas al fracaso, no porque no se utilice ese adminí-culo sino porque no pueden darse el lujo de desperdiciar semejante cantidad de látex.
La cosa es así, no sé si es sólo mi caso pero resulta que si corto el preservativo a la mitad, obtengo 2. Obviamente debo anudar el otro para poder usarlo también. ¿Por qué hago eso? Porque sencillamente, no hay pinchilas tan largas.
Y ya que estamos, todo el mundo habla del tamaño (en longitud) de la tararira pero ¿a nadie le apetecen "las anchoas"? ¿y la conservación de la especie, o sea: per-durar?



Sol Stice

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